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La transformación de un antiguo establo situado en el centro de una propiedad que data del siglo XIX en el norte de Italia en una bodega fue un gran reto. La riqueza de los revestimientos y decoraciones del antiguo edificio exigía la máxima atención y respeto, lo que nos llevó a elegir una solución no demasiado agresiva. Brescia está situada en pleno valle del vino, y utilizamos las barricas utilizadas para envejecer el vino para guiar el concepto del proyecto, definiendo los materiales, colores y texturas. El nuevo espacio conectará un gran comedor con el jardín interior, por lo que, además de albergar el espacio de almacenamiento para unas 1.000 etiquetas, una chimenea, una mesa para pequeñas comidas y degustaciones, el flujo tenía que ser fácil y comprensible.
El cliente quería renovar una pequeña casa de verano que había formado parte de la historia de la familia durante generaciones. El terreno estaba por debajo del nivel de la calle y tenía antecedentes de inundaciones, y el estado de los materiales era demasiado deficiente para aprovecharlo parcialmente. Tras una evaluación clara de los escasos beneficios de la remodelación en este caso, el deseo del arquitecto de elevar el nivel de asentamiento de la casa en la parcela cobró fuerza y se tomó la decisión de demoler y construir una casa nueva.
El proyecto busca llevar el increíble ambiente de una pequeña y encantadora playa de Santa Catarina al interior de la residencia, rodeada de mar y de una exuberante topografía cubierta de verde bosque. Se buscaron las mejores vistas, la luz solar adecuada y la circulación cruzada de la brisa marina, sin perder de vista la limitación presupuestaria de 500.000 reales para la obra.
Para liberar la planta baja, se utilizó el concepto básico de la arquitectura moderna, con el bloque de dormitorios apoyado sobre cenefas metálicas, recreando así la veranda que albergó durante décadas las reuniones familiares en la antigua casa que ahora será demolida para dar paso al nuevo proyecto, pero, entre otras cosas, ahora con vistas al mar.
La estrategia de ocupación de la parcela consiste básicamente en crear dos volúmenes conectados por una circulación lateral cubierta con una losa ajardinada que permite la circulación protegida entre los bloques. La dependencia, que alberga el lavadero, la cocina, el comedor, la televisión y el quinto dormitorio, está separada de la parte delantera de la casa por la zona de la piscina y en su cubierta hay una terraza para el huerto y un deck para contemplar Grant Hill y el mar.
El sistema de construcción utilizado en este proyecto es un sistema mixto de losas de hormigón pretensado y pilares metálicos. Este sistema permitió recrear la antigua veranda con sólo dos pilares centrales, como los de la antigua casa, dando ligereza y permeabilidad visual a la zona más concurrida de la casa durante los veranos.
Para reforzar la fachada frontal en un entorno costero, se diseñó un revestimiento que envuelve completamente el volumen superior con pino tratado en autoclave, una madera certificada ecológicamente, de modo que pueda funcionar también como plataforma de comunicación de la preocupación por la sostenibilidad, fuertemente aliada a las cuestiones de cogeneración de energía solar y bajo consumo de materiales agresivos con el medio ambiente, utilizadas en los principios de todas las especificaciones del proyecto.
El proyecto se concibió teniendo en cuenta que el solar se encuentra en una región de clima cálido y templado y está intercalado entre las casas de familiares y amigos emparentados, que cruzan generaciones y que han cultivado el hábito de compartir tertulias. El resultado es un proyecto abierto, sin barreras formales, donde el ocio y la socialización se mezclan y conectan directamente con la calle.
Intentamos aportar al proyecto conceptual un lenguaje que dialogara fuertemente con el ADN de Kangaroo.
Hemos dividido formalmente el espacio en 4 sesiones: Relación con el cliente externo, área de trabajo, descompresión y apoyo. Teniendo en cuenta las particularidades del espacio, pretendemos favorecer la plena interacción.
Pensamos en revestimientos y texturas que tengan un fuerte vínculo con el principio conceptual, una buena relación calidad-precio y que el desgaste por el paso del tiempo se combine con una buena estética.
La pasión por la arquitectura es sin duda lo que nos mueve. Cada proyecto supone un nuevo reto. Pensamos en cada detalle, y son muchos: el color, los materiales, la distribución, el confort, la funcionalidad... El reto esta vez era utilizar nuestras habilidades con el mismo cuidado con el que Collezione trata a sus clientes. Una vez encontrada la armonía entre los elementos, teníamos el proyecto y una nueva etapa que superar: la obra. Reformar una tienda es siempre una carrera contrarreloj. El dinamismo y la confianza se convierten en elementos clave. Hicimos 90 días en 30 y en esos 30 nos encontramos con proveedores comprometidos y un cliente que realmente confiaba en nuestra experiencia.
Encontramos una tienda con valores estéticos de otra época, con espacios compartimentados y construcción irregular. La limitación del antiguo edificio junto a la acera era un condicionante traído de la construcción de los años 60. Mediante el uso de pórticos, el equilibrio entre espacios interiores, las proporciones entre alturas, anchuras y distancias, definimos una fachada que respetaba los límites históricos, pero respondía a valores intemporales. Una lectura rápida para los que pasen por Manoel Ribas y con detalles sutiles para los que paseen por delante de la tienda.
En el interior, merece la pena sentirse como en casa con los revitalizados suelos de madera. En el espacio integrado y bien iluminado se puede apreciar cada detalle de cada producto, que son los verdaderos protagonistas. La gran tapa de cristal de la entrada deja al descubierto todo el potencial de una mesa bien elaborada. Las paredes grises ayudan a resaltar la paleta de colores de los tejidos con un toque de elegancia.
El Boulevard frente a la calle Buenos Aires se ha desarrollado para revitalizar el espacio de circulación y acceso existente. Su implantación creará nuevos espacios de estancia y ocio que, junto con los futuros comercios del sector 10, recalificarán el espacio existente, transformando la zona frontal del estadio, de características público-privadas, en una zona amable y acogedora. La implantación también favorece el control del tráfico pesado que habitualmente destruye el pavimento debido a la ausencia de elementos restrictivos.
Para configurar las zonas de asientos y permitir el flujo de multitudes en coexistencia con las actividades del Bulevar y del complejo, el plan se organizó en zonas exclusivas relacionadas con las tiendas donde se instalarán cenadores metálicos con techos de lona tensada e iluminación. Para realzar la calidad del espacio, se han diseñado algunos equipamientos urbanos y paisajísticos, como la instalación de parterres a lo largo de toda la zona donde se plantarán árboles a una altura aproximada de 15 metros; bancos de piedra en el perímetro de los parterres, un escenario en la zona central para exposiciones y eventos y un aparcabicicletas.
El pavimento se instalará en función de la zona y el uso del espacio. En las circulaciones de alto tráfico se instalará una rejilla metálica de pavimento, en las circulaciones secundarias se colocará pavimento Tecnogran gris de tipo drenante y en las zonas comerciales preferentes se colocará pavimento Tecnogran blanco. Las aceras respetarán todas las definiciones del proyecto de paisajismo aprobado por el Ayuntamiento en su momento, y estarán dotadas de pavimentos podotáctiles direccionales y de advertencia para las personas con discapacidad visual, de conformidad con las Normas. Los bordillos existentes serán demolidos y construidos conforme a las normas del Ayuntamiento.
Por último, a lo largo del recorrido de acceso a las tiendas, la instalación de un techo de rejilla metálica, iluminación y un perfil metálico de acabado frontal que, además de soportar la iluminación, actuará como acabado estético ocultando los tubos de megafonía de la Explanada.
En el sótano de una casa centenaria, con sólo 20 m² y techos muy bajos, fue posible diseñar un espacio cómodo y acogedor utilizando materiales del propio emplazamiento: piedra, madera y hierro.
Las antiguas balaustradas y muros de piedra con sus arcos se han conservado y utilizado para dividir los espacios de la bodega y la despensa. La propia bodega tiene un canal de borde que alberga iluminación indirecta y resalta las paredes del suelo.
El soporte de las botellas, de perfiles metálicos y vidrio, da transparencia a las bellas paredes entre las etiquetas.
